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La plataforma científica Sappho tiene abiertos debates con la ciudadanía en base a evidencias científicas sobre mitos y falsas creencias en cuanto a temas de género. Uno de ellos es lo que en algunos entornos se comenta sobre el hecho, por ejemplo, que, si una persona ha sufrido situaciones de violencia en edades tempranas, de mayor será una persona que ejercerá violencia. En Sappho se han descrito muchas evidencias científicas según las cuales queda claro que esta afirmación es un bulo y que no existe una relación causal entre haber sufrido violencia de género en la infancia y perpetrar violencia en edades adultas. 

En el artículo Child maltreatment and cognitive and academic functioning in two generation se confirma y se ahonda en la relación entre el maltrato infantil y el funcionamiento cognitivo y académico durante dos generaciones. La literatura científica explica que el maltrato infantil se ha ido asociando, por un lado, a un déficit en el funcionamiento cognitivo y, por el otro, a un bajo rendimiento académico, pero que se desconoce si esta asociación es causal, o sea, que si estos dos efectos negativos son resultado directo de haber sido víctima de violencia en la infancia. Para  confirmar que eso no es así, se han analizado los resultados de un estudio longitudinal con niños, niñas y adultos que habían sido víctimas de maltrato en la infancia. Entre las conclusiones, se ha observado que no es el abuso en sí el elemento que predice el funcionamiento cognitivo en la descendencia, sino que el funcionamiento cognitivo de los progenitores que habían sufrido maltrato en la infancia puede ser el elemento que afecte el funcionamiento cognitivo de los hijos e hijas. Además, según el estudio, el maltrato en la infancia no puede causar directamente deficiencias en el funcionamiento cognitivo y académico.

Estas conclusiones son un elemento más de apoyo para superar el mito según el cual el maltrato sufrido en la infancia causa directamente déficits en el desarrollo cognitivo y académico. Es importante que profesorado y profesionales, en la misma medida que los agentes políticos y la sociedad en sí, reciban formación adecuada para conocer las evidencias y no caer en un discurso que limite el futuro de la infancia. Marcar un camino lleno de elementos transformadores depende de todos y todas. 

Durante los últimos días se ha llevado a cabo el congreso CICFEM y se han debatido los resultados, por ejemplo, del proyecto MEMO4LOVE que concluyen que la reconstrucción de la memoria autobiográfica ayuda a superar la violencia de género. De ahí la relevancia de rebatir en base a evidencias científicas todas las falsas creencias que podrían marcar negativamente las vidas de niños y niñas en todo el mundo. Este tipo de investigaciones, debatidas ampliamente en espacios abiertos al diálogo, ayudan a transformar las vidas de infantes que sufren violencia en edades tempranas y ayudan hacia el avance en una sociedad libre de violencia.

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