Según un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) una renta básica temporal (RBT) concedida específicamente a cientos de millones de mujeres en los países en desarrollo del mundo podría evitar el aumento de la pobreza y de las desigualdades de género durante la pandemia de COVID-19.
Según Reliefweb, la propuesta surge como una respuesta urgente y necesaria, para asegurar que las mujeres de que están en situaciones socioeconómicas más vulnerables de los países en desarrollo tengan acceso a ingresos fijos. Teniendo en cuenta que las mujeres se han visto más afectadas que los hombres por la pandemia, ya que han perdido ingresos y han abandonado el mercado laboral en mayor medida y han asumido una mayor proporción de tareas de cuidado. Según las conclusiones del PNUD, una renta básica temporal podría proporcionar seguridad financiera a corto plazo y allanar el camino para futuras inversiones que aborden la desigualdad de género sistemática.
El plan de RBT a gran escala propuesto por el PNUD muestra que una inversión mensual del 0,07% del PIB de los países en desarrollo, o 51.000 millones de dólares de PPA (paridad de poder adquisitivo), podría proporcionar una seguridad financiera estable a 613 millones de mujeres en edad de trabajar que viven en la pobreza, proporcionándoles unos ingresos muy necesarios y aliviando las presiones económicas a las que se enfrentan día a día.
Se propone que la ayuda se realice a través de la asignación directa de los recursos a las mujeres, esto no supondría más del 0,07% del PIB de los países y aseguraría los ingresos de las mujeres más vulnerables y con ello, su supervivencia, potenciaría su independencia económica y su seguridad.
Según el informe, es urgente actuar de inmediato para garantizar que las mujeres puedan acceder a los planes de protección social, ya que la crisis ha afectado a las mujeres de forma diferente a los hombres puesto que sus trabajos, si son pagados, suelen ser peor remunerados y en condiciones más precarias.
Desde el PNUD se plantea este ingreso económico para las mujeres como una posibilidad real de llegar a la igualdad y la equidad, es una acción posible y relista que ayudará a mejorar las posibilidades de aquellas que se han visto más afectadas por la pandemia.
