Estos últimos días ha salido a la luz pública en la prensa nacional el sueldo que Leo Messi podría estar cobrando cada mes por jugar en el Barça. Ello ha generado un debate sobre el dinero que suelen cobrar algunos jugadores de fútbol, a los que a menudo se les llama ídolos y llenan portadas y titulares. De todas formas, poco se profundiza en cómo la sociedad construye sus mitos masculinos. En este artículo vamos a profundizar sobre ello poniendo especial atención en el papel social de la educación y los medios.
A lo largo de la historia diferentes grupos sociales y empresariales han ido invirtiendo capital en varios ámbitos. Por ejemplo, durante el siglo XV la familia Medici se convirtió en el principal mecenas del arte y arquitectura del Renacimiento. Gracias a dicha inversión hoy disfrutamos de obras tan emblemáticas y de gran belleza como la basílica de San Lorenzo de Florencia. Este legado artístico es de gran valor humano, de hecho ha sido reconocido como patrimonio de la humanidad. Sin embargo, en la actualidad, ¿qué legado dejan aquellos futbolistas que cometen fraude, acoso o tienen sueldos que superan el PIB de algunos países en desarrollo? ¿Qué mensaje envían a las diferentes generaciones?
Los medios de comunicación, como ya señaló la Pedagogía Crítica hace algunos años, han contribuido negativamente en este sentido de dos formas. Por un lado, han y siguen mitificando a hombres cuyos valores son desconocidos o bien son negativos. Por otro lado, han convertido a los futbolistas en una de las mercaderías más caras dentro del sistema capitalista mundial.
La educación es una herramienta de transformación muy poderosa, como ya señaló el pedagogo más importante de la historia, el brasileño Paulo Freire. De modo que, desde diferentes ámbitos educativos, como los clubes deportivos de base, los centros escolares, las asociaciones de ocio y tiempo libre, es necesario visibilizar a los auténticos ídolos. Aquellos hombres que en la actualidad están mejorando la sociedad con sus acciones y sus valores solidarios. Podríamos poner diferentes ejemplos del mundo del activismo, de la ciencia, de las artes, pero, como hemos empezado hablando de Leo Messi, queremos acabar enseñando una realidad que en el mismo ámbito está totalmente a las antípodas. Se trata del comunicado que en el año 2017 publicó el equipo más antiguo de la historia del fútbol, el Sheffield FC, que recogía estas palabras: Como los padres fundadores, es nuestro deber recordar a todos nuestras raíces sociales e históricas. La verdadera Casa del Fútbol ni es un solo club ni ningún estadio lleno una semana sí y una semana no. Lo que nos une son los valores que originaron este juego en 1857: integridad, respeto y comunidad. .
Director de la revista científica Masculinities and Social Change
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