image_pdfPDFimage_print

Los sistemas de bicicletas compartidas (BSS) en las ciudades son una alternativa ideal al uso de transportes que consumen combustibles fósiles por ser mucho más respetuosa con el medio ambiente. Valencia (España) es una de las ciudades que durante los últimos años se ha sumado a esta iniciativa y las valenbiSI!, que es el llamativo nombre con el que se da a conocer el servicio, ya forman parte del paisaje urbano desde hace un tiempo. Sin embargo, la literatura científica señala que existen diferencias de género en la frecuencia con que hombres y mujeres hacen uso de las mismas. 

Recientemente, la revista científica, Sustainable Cities and Society ha publicado un estudio llevado a cabo por un equipo de personas investigadoras pertenecientes a las facultades de Magisterio y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Valencia, en el cual se han analizado un total de 5.300.328 viajes en BSS a lo largo de 4 años. En la investigación se han tenido en cuenta aspectos como las diferentes rutas por las que quienes hacen uso de las BSS se suelen mover y la franja horaria a la que lo hacen. 

Entre los diferentes resultados que se han obtenido llama la atención que las mujeres no usan las valenbisi para las zonas periféricas durante la noche. Según declara Matilde Pellicer, una de las investigadoras del equipo para uvnoticias, esta renuncia tiene como causa principal la percepción de falta de seguridad en algunas áreas. Por lo tanto tenemos que resaltar que existe un margen de mejora de la infraestructura y de las políticas utilizadas para fomentar el uso del transporte activo que tiene que ver principalmente con su uso por parte de la mujer. 

DF ya ha publicado en anteriores ocasiones iniciativas que recogen y visibilizan las experiencias de inseguridad y acoso que viven muchas mujeres en varias ciudades europeas, pero también sobre la puesta en marcha de soluciones y medidas transformadoras. Una de éstas es el programa que ONU Mujeres lleva a cabo desde 2010 llamado “Ciudades Seguras Libres de Violencia contra las Mujeres”, en el que destacadas organizaciones de mujeres, organismos de Naciones Unidas y más de 70 aliados, trabajan por diseñar, aplicar y evluar herramientas, políticas y enfoques integrales de prevención y respuesta al acoso sexual y otras formas de violencia sexual contra mujeres y niñas en diferentes escenarios. 

En este caso, vemos cómo el resultado de la falta de seguridad que se percibe debido a la violencia de género, se traduce en circunstancias como la que muestra el estudio de la UV, una desigualdad probada en el uso de un servicio público a disposición de la ciudadanía, que aumenta así la brecha de género. Se deduce, por tanto, que la única forma de impulsar y animar de forma real a que las mujeres hagan uso del servicio urbano y se beneficien del mismo para desplazarse libremente por cualquier zona y a cualquier hora en igualdad de condiciones, sólo es posible acabando con la percepción de inseguridad, y para acabar con el miedo hay que ir al fondo de la cuestión y acabar con la violencia de género. 

Mientras exista acoso y violencia en las calles hacia las mujeres, muchas no abandonarán, comprensiblemente, la necesidad de ser muy prudentes y no exponerse al peligro de sufrir una agresión del tipo que sea. Así pues, y retomando las palabras de la investigadora M. Pellicer, las políticas para el fomento del uso del transporte activo por parte de las mujeres deberían ir encaminadas, como en tantos otros casos, a la erradicación de la violencia de género, y sólo así serán realmente eficaces, tal y como nos muestran las evidencias.

Views All Time
Views All Time
402
Views Today
Views Today
1
Secciones: subportada

Si quieres, puedes escribir tu aportación