Durante el bloqueo debido a la situación de COVID en Perú, entre marzo y julio se registraron 11.000 casos de violencia contra las mujeres, casi el 30% de ellas menores de edad. A esto se suma que el 63% de las personas que se denuncian como desaparecidas son mujeres. Estas desapariciones se suelen vincular a huidas de violaciones, violencia o abusos sexuales, o a asesinatos o daños sufridos por las mujeres que han desaparecido (BBC).
Según datos de junio de 2020 de la Defensoría del Pueblo de Perú, entre enero y junio de 2020 desaparecieron 1.720 niñas y adolescentes y 737 mujeres adultas. Y solo durante el periodo de pandemia, hubo 915 denuncias acumuladas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo un llamamiento a las autoridades peruanas a abrir una investigación seria sobre estas desapariciones y adoptar medidas preventivas para proteger a las niñas, adolescentes y mujeres con mayor riesgo (EFE).
La representante de los derechos de la mujer en la Defensoría del Pueblo, Eliana Revollar, denunciaba que la falta de datos fiables sobre las desapariciones dificulta un análisis o seguimiento adecuado, por lo que es necesario seguir trabajando para poder erradicar esta situación. Eliana pide un mayor seguimiento y respuestas por parte de las autoridades a las familias que denuncian y una actuación policial más rápida cuando se da un caso. Una mejora que se conseguirá si se pone en marcha el nuevo registro nacional que se ha solicitado al Ministerio de Interior, con datos fiables y actualizados que pueda acelerar tanto el trabajo policial como las tareas de seguimiento de las niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas.
