
Los referentes femeninos en el campo de las ciencias experimentales siguen siendo escasos. Sin embargo, se sabe que hay muchas mujeres que han destacado por sus trabajos científicos a lo largo de la historia.
Suelo preguntar en mis charlas de divulgación por los referentes científicos de la audiencia. Rápidamente surgen los nombres de Faraday, Einstein, Tesla, Newton y Hawking, entre otros. Cuando pregunto por el nombre de alguna mujer, hay que pensarlo un poco más. Sin duda, Marie Curie es la mujer que ocupa el primer lugar en la lista breve de las científicas más conocidas. Aparece en todos los libros de texto y es indiscutible que su trabajo marcó un antes y un después en las investigaciones sobre la radioactividad. Gracias a la divulgación científica, a lo largo de los últimos años, la lista se ha ido incrementando. Ada Lovelace, Rosalind Franklin o Margarita Salas se unen a Marie Curie. Es mucho el esfuerzo que se dedica a visibilizar el trabajo de las mujeres científicas del pasado y del presente, pero las iniciativas están dando resultado.
Mi investigadora preferida es Tu Youyou, la médica y química farmacéutica que ganó el premio Nobel de Fisiología o Medicina 2015 por el descubrimiento de una nueva terapia contra la malaria.
Hablar de Tu Youyou como científica y como mujer en una charla de divulgación es apasionante y recibo un excelente feedback por parte de las distintas audiencias. Su perfil personal, su recorrido profesional y el contexto político y social en el que se desarrollaron sus investigaciones me permiten explorar las ciencias experimentales, las ciencias sociales y las humanidades en una misma charla. También me invitan a hablar de feminismo, por supuesto.
Tu Youyou tiene actualmente 89 años y me gusta destacar que, en una de sus entrevistas más recientes, afirma que no hay nada más gratificante para ella que saber que desde el descubrimiento de la artemisinina se han salvado muchísimas vidas. Son más de doscientos millones de personas las que han recibido tratamientos basados en este compuesto químico aislado y descrito por su equipo de investigación.
También quiero reflexionar sobre el hecho que el trabajo no está disociado de la vida personal ni del contexto en el que vivimos. Tu Youyou nació en Ningbó, estudió y se casó en Pekín, y tuvo dos hijas. En 1967, en plena Revolución Cultural y con su marido en un campo de trabajo, el gobierno de la República Popular China (RPC) le encargó dirigir el proyecto 523. Muchos proyectos surgen de los conflictos bélicos y este es uno de ellos. En aquellos años transcurría la guerra del Vietnam y un gran número de soldados perecían a causa de la malaria. Ho Chi Minh, dirigente de Vietnam del Norte, pidió ayuda a Zhou Enlai, primer ministro de la RPC, para salvar a los soldados que morían al cruzar las rutas que unían Vietnam, Laos y Camboya a causa de la malaria. El tratamiento con cloroquina no daba buenos resultados. Dado que la malaria también afectaba a las provincias del sur de China, Mao Zedong, presidente del Partido Comunista de China, autorizó el inicio de un proyecto de investigación secreto centrado en encontrar un remedio para ambos problemas.
Tu Youyou tuvo que desplazarse a Hainan, muy lejos de donde residía su familia. A lo largo de tres años desarrollaría una investigación compleja que combinaría sus conocimientos en química, medicina moderna y medicina tradicional china. Su vida personal se vería afectada y debería recuperarla después, pero no podía negarse a tal reto social, ético y profesional.
El descubrimiento de la artemisinina, la recuperación de textos antiguos de la medicina tradicional china, el desarrollo de las técnicas de extracción del compuesto activo de una planta (la artemisia annua) y la aplicación del método científico le permitieron llegar a realizar pruebas médicas en ella misma y en enfermos reales que dieron excelentes resultados.
El reconocimiento internacional del trabajo de Tu Youyou llegó años después, a partir de la muerte de Mao Zedong (1976) y con las primeras políticas de reforma y apertura de China. La comunidad científica pudo leer sus investigaciones publicadas en revistas especializadas y, en 2011, Tu Youyou recibió el Premio en la categoría Investigación Médica Clínica de la Fundación Lasker de los Estados Unidos. El máximo reconocimiento mundial no llegó hasta 2015, con el premio Nobel en Fisiología o Medicina, cuarenta y cinco años después de los primeros tratamientos contra la malaria. No suele suceder que investigadores masculinos tarden tanto en ver reconocido su trabajo.
Como decía al inicio de este artículo, son pocos los referentes de científicas que nos acompañan. Ni yo misma consigo interiorizar muchos nombres de mujeres que debería recordar por su importancia en el desarrollo del conocimiento científico de la humanidad. Pero estoy en ello. Sin ir más lejos, Tu Youyou ya forma parte de mi lista de científicas y, si tras la lectura de este artículo, Tu Youyou despierta tu curiosidad y la incluyes en la tuya, encabezada (o no) por Marie Curie, me sentiré más que satisfecha.
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