judy sullivan. Wikipedia

El 16 de julio de 1969 se producía la misión Lunar capitaneada por el astronauta Neil Armstrong. En la sala de control del Centro Espacial Kennedy de la NASA, en Cabo Cañaveral (Florida) estaba repleta de ingenieros, matemáticos, informáticos, etc. expectantes al despegue del Apolo 11 y responsables de que ningún fallo impidiera que se realizara con éxito la misión. 

Sabemos que hubo muchas mujeres trabajando en la NASA con mucha responsabilidad y haciendo posibles logros tan importantes como la llegada del hombre a la Luna, por ejemplo, la ingeniera JoAnn Morgan, Margaret Hamilton o las integrantes del equipo de las calculadoras humanas como Katherine Johnson, Mary Jackson, entre otras. En ese equipo se encontraba también Judy Sullivan, una profesora de matemáticas y ciencias que se unió a la NASA en 1966 como la primera mujer ingeniera en Operaciones de Naves Espaciales. Fue la responsable del sistema biomédico de la misión Apolo 11. 

Judy Sullivan se encontraba en la misma sala donde Neil Armstrong debía vestirse para la misión. Su traje estaba equipado con pequeños sensores que permitían controlar su respiración, temperatura corporal y los latidos del corazón antes y durante el proceso de lanzamiento. La función de Sullivan era monitorear y verificar el funcionamiento de los instrumentos de telemetría médica una vez que el astronauta se pusiera el traje. Ante cualquier dato dudoso, ella debía informar al equipo médico que se aseguraba que los astronautas estuvieran en condiciones saludables par ir al espacio. 

Judy Sullivan también formó parte del grupo biomédico del programa Mercury y del vuelo espacial Gemini 12, encargándose también de controlar la información que los sensores daban a los médicos sobre la salud de los astronautas en esas misiones. 

Esta científica, nacida en el 1943, se graduó en biología con la especialidad de química y matemáticas. Al final sus estudios, empezó a trabajar como profesora de matemáticas en una escuela de secundaria de Florida hasta que, en 1966, solicitó entrar en la NASA y fue contratada como ingeniera y tecnóloga aeroespacial (aún sin tener el título de ingeniera) por sus buenas calificaciones en sus estudios. Una vez finalizada la misión Apolo 11, volvió a trabajar como profesora en una escuela de secundaria en Ithaca (Nueva York).

Tenemos muchas imágenes del histórico día de julio de 1969, pero muy pocas en las que aparezcan las mujeres que formaban parte del equipo de la NASA. Por suerte, cada vez más, sabemos que en esa sala de control había muchas y que su trabajo fue fundamental para conseguir uno de los hitos más importantes del siglo XX.

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