La organización Plan International, fundada en 1937 con el claro propósito de avanzar en los derechos de la infancia y garantizar la igualdad de género, ha lanzado un valiente mensaje de posicionamiento: el 73% de las chicas considera que la violencia de género constituye la mayor barrera para lograr la igualdad. Además, han detectado, en coherencia con lo que apunta la investigación, que sufrir violencia de género puede tener repercusiones muy negativas irreversibles en el futuro de las chicas adolescentes.
Estos datos recogidos por la organización fueron los que impulsaron un nuevo proyecto con UNICEF: Girls’ Platform for Action (Plataforma de chicas por la Acción), aprovechando para su lanzamiento el día internacional de la juventud que se celebra el 12 de agosto.
Los distintos resultados obtenidos, proceden de un cuestionario que han diseñado y llevado a cabo y del que han obtenido respuestas de 1147 chicas de entre las cuales 350 de 12 países distintos y de edades comprendidas entre los 14 y 19 años, han participado en entrevistas cualitativas.
De esta forma, el 11 de agosto, Plan Interntional publicaba un artículo en el que se revelaba la elevada cifra de chicas que habiendo experimentado violencia de género y abusos, consideraban esta la causa que más podría dificultar la igualdad. Las chicas encuestadas, de distintas nacionalidades, coinciden además en que el riesgo de sufrir violencia se incrementa en las áreas rurales y que el confinamiento había provocado que esta violencia no solo empeorara la situación de las chicas que se veían atrapadas en las viviendas en las que sufrían este problema, sino que además estos episodios pasaban ahora aún más desapercibidos ante la justicia.
En esta línea, una de las chicas de El Salvador aludía a la impunidad de los delitos que había provocado que intolerables situaciones de abuso se convirtieran en situaciones habituales vistas incluso con normalidad: “siempre somos acosadas en las calles, en las esquinas de nuestras casas, cada vez que vamos a algún sitio, abusan de nosotras; se ha convertido en algo tan normal que ya no se tiene en cuenta como un delito”.
Esta encuesta tiene por objetivo reunir los puntos clave que las chicas entrevistadas consideran que deben ser revisados en el 25 aniversario de la conmemoración de la Declaración de Beijing que constituye la cuarta Conferencia Mundial de Mujeres. Esta Declaración celebrada en septiembre de 1995, con una participación sin precedentes cercana a los 17.000 proponía como objetivo común lograr la igualdad y contribuir al empoderamiento de todas las mujeres.
Anne-Brigitte Albrectsen, Oficial Ejecutiva en Jefe (CEO, por sus siglas en inglés) de Plan International, asegura que veinticinco años después de esta Declaración se ha logrado desarrollar los mecanismos a través de los cuales son las propias chicas las que pueden informar a los gobiernos, las comunidades y al liderazgo de Generación de Igualdad sobre qué acciones son necesarias poner en marcha para hacer de la igualdad de género una realidad en la que además, los chicos y hombres juegan un papel fundamental.
Sin duda lo novedoso de esta plataforma es que ha logrado llevar las voces con propuestas de miles de mujeres a las distintas instituciones que trabajan para llevar a cabo acciones para erradicarla. En este sentido, una de las principales problemáticas que detecta un gran porcentaje de las mujeres encuestadas es la poca efectividad de los sistemas de respuesta ante situaciones de violencia.
A.B Albertsen afirma que las chicas ya conocen los cauces para generar redes de apoyo y solidaridad pero que esto necesariamente, tiene que ir acompañado de organizaciones que orienten a las propias chicas y estas acciones para que tengan verdadero impacto.
El mensaje que lanzan las chicas es claro: “El progreso es demasiado lento y solo puede acelerarse si aquellos con poder para impulsar cambios significativos finalmente se involucran profundamente con las chicas, reconocen su experiencia, escuchan sus demandas y las perciben como compañeras iguales”. Si este problema no se ataja desde la máxima eficacia, implementando acciones basadas en evidencias científicas en materia de prevención de la VdG, incluyendo y teniendo en cuenta las voces de las mujeres, estamos sorteando un punto clave en la conquista de la igualdad. Pues, como ya sabemos por las investigaciones, involucrar a todas las personas y comunidades en las organizaciones para liderar este tipo de acciones es esencial para el éxito y la transformación social.
