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El 28 de junio se celebra desde hace algunas décadas un hecho que ha marcado la historia de la libertad sexual en todo el mundo: El Orgullo LGBTIQ+.  Los disturbios contra el colectivo que tuvieron lugar en el local Stonewall Inn en Nueva York en el año 1969 desencadenaron un movimiento social de liberación sexual de gran relevancia. La consecución de los derechos sexuales es una conquista que debemos proteger rotundamente porque, a lo largo de los años, y en la actualidad también, ha habido ataques por parte de sectores reaccionarios y acientíficos que no aceptan la diversidad sexual como un elemento intrínseco y propio de la condición humana.  

Uno de los ataques actuales, sin ningún tipo de fundamento científico, es el que está llevando a cabo el Movimiento de Orgullo Pedófilo. Este tipo de movimiento aboga por considerar la pedofilia como una orientación sexual más, que debería ser incluida también en la diversidad de las siglas del movimiento LGBTIQ+, a la vez que ser legalizada. Este posicionamiento es contradictorio con aquello que la ciencia ya ha dejado claro recientemente, que la pedofilia no se puede considerar una orientación sexual por diferentes factores, entre los que se subrayan las asimetrías existentes a nivel cognitivo, de desarrollo psicosexual y de autonomía entre las personas adultas y las menores. Además, puede tener consecuencias sociales muy graves que van contra los derechos fundamentales de la infancia: prostitución infantil, explotación, violación, entre otras. La Asociación Americana de Psicología, organización con histórico prestigio científico, ya pone de relieve después de años de investigación que la pedofilia es un trastorno mental y que los impulsos pedófilos deben ser abordados criminológicamente. También la investigación ha corroborado la inexistente correlación entre homosexualidad y pedofilia

A todo este conocimiento deben añadirse diferentes posicionamientos que se han desarrollado en contra de la inclusión de la pedofilia dentro del colectivo LGBTIQ+. Por ejemplo, recientemente la ILGA (International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans and Intersex Association), la asociación más relevante a nivel mundial a favor de los derechos del colectivo LGBTIQ+, ha publicado un argumentario donde expone su claro rechazo histórico a la pedofilia desde el año 1990, concluyendo con estas palabras: ILGA does not support paedophilia, and never has.  

La libertad sexual sigue siendo una realidad por la que seguir luchando. Desde el rigor científico y humano se demuestra que un mundo forjado en relaciones libres que mejoren la salud sexual de las personas es posible. Denunciemos siempre aquellos ataques que, desde las ocurrencias o intereses ideológicos, no nos permitan conseguir dicho objetivo. 

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