La semana pasada salieron a la luz las voces de las presuntas víctimas de acoso sexual del Aula de Teatre de Lleida. El reportaje publicado denunciaba 20 años de abusos a alumnas menores de edad por parte de presuntamente dos profesores.
A pesar de que algunos de los casos llevados a Fiscalía ya hayan prescrito, desde el Consistorio de la ciudad de Lleida se ha tomado una postura solidaria con las víctimas y contundente contra el acoso. Primeramente, pusieron a disposición de las presuntas víctimas todos los recursos del Centro de Información y Atención a las Mujeres (CIAD), así como una atención psicológica individual y en grupos. Además han desarrollado un séquito de medidas para proteger a las víctimas y evitar que los hechos se vuelvan a producir, como una auditoría al centro, herramientas de denuncia, para poder recoger más voces de víctimas y tener pruebas para llevarlas a Fiscalía, así como la creación de una comisión que pueda esclarecer los hechos y, si los acusados se declaran culpables, la decisión de declararles persona non grata en el municipio.
La firmeza tomada por parte de las autoridades municipales de Lleida es ejemplo de la solidaridad y el posicionamiento que facilita y empodera las víctimas, con el fin de que puedan transformar su situación y ayudar a otras a que salgan adelante. El caso del Aula de Teatre confirma una evidencia más de que el abuso sexual se produce en todos los espacios, especialmente en aquellos en que se normalizan las situaciones abusivas, como lo puede ser también el mundo de las artes escénicas.
Coordinadora del Metoo University