¿Cuáles son las experiencias de cuidado por paternidad de miembros de los cuerpos de seguridad? ¿Qué les motiva para acogerse al permiso de paternidad en solitario mientras que sus parejas regresan al trabajo? ¿Cómo reaccionaron en su entorno laboral? ¿Qué les aportó la experiencia?
La literatura científica señala que el sector laboral de los cuerpos de seguridad del estado o de las fuerzas armadas es un entorno altamente masculinizado, tanto por la ocupación limitada de mujeres como por el ambiente laboral. La prestigiosa revista JCR Men and Masculinities ha publicado el primer estudio que analiza el discurso sobre la paternidad y la masculinidad expresado por miembros de la Guardia Civil en España que cuidaban a sus bebés solos después de que sus parejas volvieran a tener un empleo remunerado.
Siguiendo una metodología cualitativa y a través del Área de Igualdad de la Guardia Civil, el equipo de investigadores accedió a entrevistar a guardias civiles de 17 comunidades autónomas que en los últimos cuatro años han estado de baja por paternidad durante al menos un mes después de que sus parejas volvieran al trabajo.
El artículo, titulado Policemen on Leave Alone in Spain. A Rift in Hegemonic Masculinity? muestra que la mayoría de los entrevistados argumentaban haberse acogido a la baja por paternidad en solitario por motivos pragmáticos e instrumentales como la situación laboral de sus parejas y las opciones de conciliación, pero también considerando cómo deben cuidarse bebés. Asimismo, tener un empleo estable les proporcionó seguridad en el momento de tomar la decisión.
En su entorno laboral, algunos compañeros reaccionaron con sorpresa, cierta resistencia e incluso con discursos de burla. Según los autores, estas actitudes denotan que la decisión de acogerse al permiso de paternidad contribuye a desafiar la visión de masculinidad hegemónica en este entorno laboral. No obstante, también encontraron reacciones positivas, de apoyo explícito por parte de superiores y compañeros, que reforzaban la decisión tomada.
En relación con la experiencia de tener que ocuparse solos del cuidado de bebés, los padres al inicio lo vivieron como un desafío, como una gran responsabilidad, incluso se sintieron abrumados y con miedo. Conforme ganaron experiencia, estas sensaciones disminuyeron y se fortaleció el vínculo con sus hijos e hijas como resultado de la experiencia de cuidado en soledad.
La confianza que las parejas demostraron en los padres que se acogieron al permiso de paternidad en solitario también pudo aumentar el sentimiento de amor en la relación. En palabras de uno de los entrevistados, “su plena confianza en mí me hizo sentir muy amado”.
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