La Asociación Las Kellys una vez más destapa la desventaja social y la precariedad laboral que sufren las camareras de piso, una situación que, denuncian, se ha visto agravada debido al Estado de Alarma decretado por la crisis del coronavirus Covid-19, al verse completamente desprotegidas ante los despidos masivos que han sufrido como colectivo. La situación precaria de la que ya parten ahora se ha agudizado drásticamente, según informa Europa Press.
El Real Decreto aprobado por el Gobierno para prohibir el despido y proteger a los y las trabajadoras frente al coronavirus, el Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), estipula que no estará justificado el despido que se realice por causas relacionadas con el Covid-19. En cambio, Las Kellys denuncian que la gran mayoría de ellas no se pueden acoger a esta norma, a pesar de ser un colectivo ampliamente afectado ante el cierre obligado de hoteles. Pues, como han estado visibilizando desde que se constituyeron en 2016, las camareras de piso son un colectivo que se caracteriza, por una parte, por estar ampliamente feminizado y, por otra, por contar con una gran variedad de contratos, en la que el contrato fijo es el menos usual, ya que la mayoría son subcontratas a través de empresas de servicios, a pesar de ser entre en 20 y el 30 por cien de la plantilla de un hotel. De ahí que una de sus reivindicaciones históricas sea la prohibición de la externalización, o la a modificación del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores, para garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados.
Ahora, según denuncian, este uso abusivo de los contratos temporales en su sector ha comportado que no se estén beneficiando de la medidas aprobadas por el Gobierno para paliar el impacto económico del coronavirus, los ERTE. Esto las sitúa ante una verdadera indefensión y mayor vulnerabilidad puesto que está llevando a los despidos masivos y, en aquellos casos que se opte por la prestación, a cobrar el paro restando de su acumulado, al contrario de lo que le sucede a un trabajador o trabajadora afectado por el ERTE.
La Kellys lamentan llegar a las circunstancias actuales sin haber resuelto sus reivindicaciones, ya que les ha llevado a agudizar su precariedad, algo que se hubiera evitado restringiendo las subcontratas, al comportar más contratos fijos. Según denuncian a través de las redes sociales, estiman que durante esta crisis se han dado cerca de 70.000 despidos de camareras de piso, que ellas consideran ilegales.
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