Ejercer el periodismo en algunos países se vuelve una profesión arriesgada, concretamente en los últimos 15 años han sido asesinados unos 1035 profesionales del periodismo, unos 54 secuestrados y otras personas están desaparecidas. Cubrir el tema del coronavirus en un régimen autoritario como el de China se ha vuelto una tarea casi imposible, como informa RSF.
Desde el pasado 24 de enero, el periodista freelance chino Chen Qiushi está desaparecido. También abogado y activista de los derechos humanos, se dio a conocer a nivel mundial por su cobertura periodística sobre las protestas en Hong-Kong de agosto del año pasado, denunciando la presunta brutalidad policial y la actuación de las fuerzas de seguridad. A raíz de estas denuncias, fue censurado en redes sociales y detenido por las autoridades del régimen chino.
Pero han sido sus crónicas sobre el coronavirus desde el epicentro de la pandemia, la ciudad de Wuhan, las que han provocado su misteriosa desaparición. En ellas, Chen Qiushi criticaba la actuación del gobierno de China, acusándolo de ocultar el verdadero alcance del brote y publicando video reportajes desde hospitales, funerarias y zonas de cuarentena desbordadas que contradecían las declaraciones de su gobierno (La Vanguardia).
Según varias fuentes de información, entre ellas, El Mundo, el periodista fue detenido el 6 de febrero por las autoridades chinas, quienes, unos días antes, bloquearon de nuevo sus cuentas informáticas e incluso fueron a buscarlo a casa de sus padres. Desde entonces, “nadie sabe qué ha sido de él”, decía un miembro de Reporteros sin Fronteras (RsF).
El 22 de marzo, un periodista del portal de noticias norteamericano Axios le preguntó al embajador chino en Estados Unidos por Chen y este negó conocer el paradero o incluso la existencia de un periodista chino desaparecido (más información en The Federalist).
Sus amistades han tratado de localizarle, y, al parecer, las autoridades informaron a su familia que se encuentra aislado y en cuarentena forzosa en un lugar no revelado. De cualquier manera, ninguna información ha podido ser confirmada.
“Tengo miedo. Frente a mí está la enfermedad, detrás de mí está el poder legal y administrativo de China. Pero, mientras esté vivo, contaré lo que he visto y lo que he escuchado. No tengo miedo de morir” fueron las declaraciones de Chen Qiushi en uno de sus últimos videos publicados.
A día de hoy, nada más se sabe.
Este caso es el mismo que el de Fang Bin, un empresario que intentó publicar videos en Youtube a través de redes privadas virtuales (VPN) para informar de la situación real del momento, según informa BBC.
Ante estas situaciones Reporteros sin Fronteras ha mostrado cómo, sin el control y la censura impuesta por las autoridades de China, los medios chinos habrían informado a la ciudadanía de la gravedad de epidemia de coronavirus con mayor antelación y ello habría influenciado en una mejor prevención del COVID-19.
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