Afortunadamente, cada vez hay más información científica sobre niñas y jóvenes víctimas de trata con fines de explotación sexual. Sin embargo, poco se sabe sobre cómo afecta la trata con fines de explotación sexual a los niños. Desgraciadamente, no todas las víctimas de trata menores de edad son niñas, también hay niños que sufren explotación sexual. Este colectivo está aún más invisibilizado.
La prestigiosa revista JCR Journal of Interpersonal Violence acaba de publicar un artículo sobre niños víctimas de trata en Estados Unidos. Para acercarse a esta realidad, el equipo de investigadores revisó los historiales pediátricos de niños que acudían a una clínica médica infantil porque sus familiares o agentes especializados les habían derivado allí tras sospechar que habían sufrido abusos sexuales. Una vez en el centro sanitario, al realizarles diferentes pruebas y proveerles de atención médica, algunos de los profesionales sospechaban que, además, podían haber sufrido explotación sexual comercial de menores.
Uno de los casos incluidos en el artículo es el de un chico de 16 años que se presentó en urgencias en un hospital psiquiátrico y contó que había sufrido explotación sexual durante un tiempo en el que había huido de su casa. Su novio de 19 años le había explotado sexualmente con otros hombres a través de Internet.
En la investigación encontraron que los menores víctimas de trata manifiestan problemas conductuales y problemas médicos y psicológicos similares a los que se han encontrado en otros estudios en niñas y mujeres víctimas. Entre los factores de riesgo comunes entre estos niños encontraron que muchos habían huido en algún momento de sus casas, habían consumido drogas, tenían problemas médicos (por ejemplo, infecciones de transmisión sexual), problemas psicológicos y que se identificaban como gays o bisexuales.
Estos resultados son relevantes y tienen importantes implicaciones prácticas para los profesionales sanitarios que deberán aplicar las mismas pruebas de detección que harían con las niñas y mujeres, así como activar las alarmas de detección de trata ante posibles casos de abusos sexuales a menores. También es fundamental que se establezcan e implementen programas específicos de prevención para este colectivo.
