Este mes de marzo, UNICEF ha publicado el informe “A New Era for Girls. Taking stock of 25 years of progress”. El informe hace una revisión de los objetivos que se propusieron en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada el septiembre de 1995 en Beijing (China).
Aunque las condiciones de las vidas de las niñas, chicas y mujeres en el 2020 son mucho mejores que en 1995 en todas las partes del mundo (mayor esperanza de vida, una mayor acceso a la escolarización, salud, etc.), el informe denuncia que aún queda mucho por hacer si se quiere responder a los objetivos que se plantearon en aquel momento y dar respuesta a los retos actuales. Especialmente se destacan algunos ámbitos en los que es necesario que gobiernos y ciudadanía sigan trabajando de forma unida y coordinada para superar las graves situaciones de desigualdad que sufren las niñas, chicas y mujeres de nuestro planeta.
A pesar de que el número de mujeres de entre 15 y 24 años no alfabetizadas ha disminuido de 100 millones a 50 millones, aún una de cada diez sigue sin estar alfabetizada. En el campo de la violencia de género, las cifras también son altamente alarmantes: una de cada 20 niñas de entre 15 y 19 años ha sufrido alguna experiencia de abuso sexual en su vida, la proporción de matrimonios infantiles en niñas, aunque ha disminuido, tiene una proporción de 1 a 5, y la ablación femenina sigue afectando a 200 millones de mujeres y niñas, entre otros problemas relacionados con la violencia que sufren por el hecho de ser mujeres.
La educación de niñas, jóvenes y mujeres es la herramienta clave para poder transformar estas y otras situaciones de desigualdad denunciadas en el informe, al igual que dar más visibilidad a las niñas en situaciones de mayor marginalidad, como las niñas con discapacidad en zonas rurales o áreas pobres, miembros de minorías étnicas o grupos indígenas, las que viven en contextos de conflicto o las que están siendo marginadas por su orientación o identidad de género.
El informe destaca que movimientos de tanto impacto como #Fridaysforfuture o #Metoo están poniendo en el centro de la denuncia y la búsqueda de soluciones a la niñas, chicas y mujeres, que están siendo agentes activos en la transformación, no solo de las desigualdades que ellas sufren, sino contribuyendo a un mundo mejor para toda la ciudadanía.
