Detrás de una inquietud se escondía un sueño. Un lugar en el que poder compartir con otras mujeres donde poder tejer una red de apoyo, de compañía y de calor humano.
Esa inquietud se convirtió en realidad hace veinte años y hoy en día, continúa funcionando y transformando la realidad social de muchas mujeres a través del grupo de La Guineueta.
Durante estos veinte años que el grupo lleva funcionando, las mujeres de este barrio se han ido reuniendo alrededor de actividades como formación a través de la alfabetización, matemáticas, tertulias literarias dialógicas, talleres de expresión corporal, yoga entre otros.
El crear un espacio conjunto desde las mujeres para las mujeres del barrio ha tenido un impacto muy positivo en sus vidas, tal y como narran las propias participantes.
“Me da mucha ilusión, … nosotras hace años que venimos, muchos. Y antes las señoras que venían, habían personas que no sabían ni leer ni escribir. La ilusión que les hacía aquellas personas cuando leían (se emociona)… es precioso… Las veía en el mercado y venían con una ilusión de “¡mira, he escrito esta carta!” Es muy bonito” .
El grupo de La Guineueta es un espacio de aprendizaje y de superación personal. Esa tarde de noviembre, una de las participantes explica su experiencia de esta manera:
“A mi me pasaba lo siguiente, mi marido era quien llevaba las cuentas. Íbamos al supermercado, él pagaba y yo pues… y cuando murió, yo no recordaba ni hacer restas, ni nada. Y me dijo mi hija “no mamá, tienes que ir a clase donde sea”… un día salimos al parque y miro para arriba y veo gente y me dijo mi hija “mamá, esta es tu ocasión”. Y la verdad que estoy muy bien. Muy contenta… estas dos horas se pasan enseguida y se pasa muy bien”
El día que nos acercamos a conocer a las participantes de La Guineueta, coincide que es un viernes; día de Tertulia Literaria Dialógica. Desde el año 2000, este grupo de mujeres, acompañadas por Mercedes y José Luis, se reúnen para leer un clásico de la literatura. Y después de tantos años, ya tienen una buena lista de libros leídos que nos muestran orgullosas. La Tertulia Dialógica se convierte en un espacio transformador tal y como relata la siguiente participante:
“Yo antes no había llegado a leer nunca un libro y a partir de este momento que empecé me apunté a la biblioteca y de verdad es que, es muy bonito. Llevo desde primeros de marzo que murió mi marido (se emociona)… esto me ayuda a superarme”
Y lo que empezó siendo un sueño acabó convirtiéndose en realidad. Una realidad que transforma la vida de muchas de las mujeres del barrio de La Guineueta y de todas aquellas personas que entramos en contacto, de una u otra forma, con ellas. Estos espacios que tejen redes de solidaridad son los que hacen posible un mundo más habitable, más vivible.
“Pues yo tengo que decir, de verdad, que antes de que llegue la hora a lo mejor estoy en casa mareosa, pero es que llego aquí y nada más verlas es que me olvido de mi, no me duele nada, me encuentro perfecta y vamos, lo disfruto. Para mi es un placer el conocer a estas personas porque son maravillosas”.
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