Es el tema estrella en las canciones, en los libros y en las películas. Sin embargo, parece que últimamente se está extendiendo una perspectiva bastante cínica respecto al amor. No solo hay gente que es reacia a identificar al amor como una fuerza transformadora, sino que incluso hay quien lo considera un sinsentido, un fenómeno irrelevante, o hasta un sentimiento peligroso. Esta deriva fue la que motivó a Gloria Jean Watkins, conocida como bell hooks (con letras minúsculas), a escribir All about love (Todo sobre el amor), un libro que ha llegado a muchísima gente desde que se publicó en 2001. Podemos encontrar ideas clave que coinciden plenamente con los principios que las nuevas masculinidades alternativas vienen defendiendo.
Según bell hooks, una reconocida intelectual feminista norteamericana, el amor hace que la vida sea mejor. bell hooks no entiende el amor solo como afectividad sino como un fenómeno compuesto de varios elementos: cuidados, afectividad, reconocimiento, respeto, compromiso y confianza, así como de honestidad y comunicación abierta. Además, afirma bell hooks que es mucho mejor cuando lo entendemos como un verbo, como algo que se hace y que, por tanto, se puede elegir. No es un impulso irrefrenable. El amor se construye.
Es evidente que el amor es incompatible con el abuso, el daño y la dominación. En esto también coincide plenamente con las ideas que guían las nuevas masculinidades alternativas. Desde la perspectiva de bell hooks, el amor exige confianza e intimidad con otra persona, pero si la relación no es amistosa o si existen remordimientos, entonces no estamos hablando de amor, y aún menos si la experiencia es desagradable o incluso cruel. Hay gente que tiende a tener relaciones que son meramente afectivas y de cuidados, sin ir más allá, porque así las consideran más seguras, pero bell hooks cree que ese tipo de relaciones no son amorosas porque adolecen de varios ingredientes imprescindibles para el amor, y que, además, la razón para reivindicarlas es simplemente que este tipo de relaciones no amorosas no exigen ponerse a pensar y a cambiar muchas de las creencias tan dañinas pero extendidas respecto a los roles de género y al amor. Estos discursos, en vez de compartir perspectivas que nos hacen cambiar a mejor, se empeñan en adaptarse a las circunstancias, por muy malas que sean.
Por si esto fuera poco, nos recuerda bell hooks que todos los movimientos sociales que han sido realmente efectivos en favor de la justicia social siempre se han basado en una ética del amor. Es lógico. Es una fuerza transformadora. Así lo entienden también las nuevas masculinidades alternativas.
