La ingeniera industrial, doctora en robótica, Elena García Armada ha liderado la creación del primer exoesqueleto pediátrico del mundo, llamado ATLAS, diseñado para que niños y niñas con problemas de movilidad puedan dejar a un lado sus sillas de ruedas y caminar.

El primer prototipo de ATLAS fue para Daniela, una niña de nueve años que, tras un accidente, quedó tetrapléjica. Gracias al robot, se consiguió que Daniela pudiera levantarse y caminar.

Elena García Armada (Imagen de wikipedia)

A partir de ese éxito, se interesaron muchas y mucho médicos y familiares de niños y niñas con atrofia muscular espinal (AM). En este caso, las consecuencias que tiene el no poner caminar son muy dañinas para la salud de los niños y las niñas. Por lo tanto, el exoesqueleto se mejoró y adaptó para esta enfermedad. Este modelo (llamado ATLAS2020) tiene en las articulaciones unos motores que imitan a los músculos y aportan la fuerza necesaria para poder andar. A través de sus receptores sensoriales, el robot capta cada intento de movimiento de quien lo esté usando y genera el patrón de marcha compatible con su sintomatología.

Los resultados obtenidos mostraron que la fuerza muscular había aumentado en todos los casos y que las contracturas articulares se habían reducido (y, en algunos casos, desaparecido). A partir de estos indicios de que el ATLAS2020 es una herramienta potente para la rehabilitación, el objetivo de esta ingeniera es conseguir financiación para un estudio clínico a gran escala, con un número de pacientes importante, para poder demostrar estas hipótesis.

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