Este viernes finalizaron los cursos de verano organizados por Girls Who Code, Programas de Inmersión en Programación que se vienen desarrollando desde 2012, en los que, durante 6 semanas, chicas de entre 16 y 17 años aprenden, en ambientes de confianza y apoyo, a desarrollar desde aplicaciones para móviles hasta robótica o diseño de webs. El objetivo, superar los innumerables obstáculos basados en estereotipos sexistas y prejuicios de género que tienen las niñas en la búsqueda de una educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, estudios conocidos en su colectivo como STEM, y, con ello, atrapar a las niñas antes de que su interés por la informática se desplome.
Se trata de programas gratuitos que, a día de hoy, se celebran en los 50 estados de los EE.UU. y en los que participan miles de niñas de diversos orígenes, consiguiendo buenos resultados. Un ejemplo de ello es Macie Cooper. Cuando tenía 15 años, mientras participaba en uno de estos Programas de Inmersión de Verano, decidió que se iba a dedicar a la informática y cuatro años más tarde se encuentra matriculada en la Universidad de California, Santa Cruz, donde realiza su especialización. Dice que estas semanas fueron las que consolidaron su pasión por la programación.
Se trata de cursos en los que las participantes se colocan en las mejores compañías tecnológicas, para recibir una educación práctica en ciencias de la computación, hacer viajes a empresas tecnológicas de alto perfil e interactuar con altos cargos. Durante las últimas dos semanas del programa, trabajan en un proyecto final que une lo que han aprendido. Potencian en todo momento el crecimiento de redes de apoyo diversas que vayan más allá del verano.
Otra clave del éxito de esta organización sin ánimo de lucro es abordar el problema desde su origen, por ello consideran decisivas las edades entre los 12 y 14 años, cuando empieza la disparidad de experiencias entre niñas y niños, ofreciendo oportunidades desde estas edades. También, su apuesta por la diversidad y la inclusión, pues los estudios muestran que las empresas diversas lo hacen mejor que las que no lo son.
Girls Who Code se considera parte de un movimiento que pisa fuerte por la igualdad de oportunidades en las STEM, para que las niñas de todas las partes del mundo, culturas y orígenes tengan la oportunidad de cambiar su mundo, nuestro mundo, para mejor.
