Ponte en situación. Estás viajando en tren. Levantas la mirada y percibes algo extraño. Ves que en tu vagón hay un grupo de adolescentes y niñas. Las notas inquietas, nerviosas, posiblemente angustiadas. Algunas están llorando. No están bien. Algo va mal. ¿Qué crees que les puede ocurrir? ¿Qué haces a continuación?
Adarsh Shrivastava se encontró en esta situación cuando realizaba un trayecto en tren por el norte de la India el pasado 5 de julio. Decidió no mirar para otro lado. Cogió su teléfono móvil y publicó un tuit informando del viaje que realizaba, el número de tren y el dato de que en su vagón había 25 niñas, que algunas estaban llorando y que todas se sentían inseguras. También informó de su sospecha: podían ser víctimas de trata de seres humanos. Mencionó en el tuit al Ministerio de Ferrocarriles. Apenas treinta minutos más tarde, el Ministerio contestó al tuit mencionando a la Policía para que revisara la situación.
Unas paradas más tarde, entró en el vagón la policía ferroviaria vestida de civil. La denuncia de este valiente viajero y la rápida intervención de la policía resultaron en el rescate de 25 niñas de entre 10 y 14 años que estaban siendo trasladadas para ser explotadas sexualmente en otra ciudad, y en la detención de dos hombres que las acompañaban.
Esta acción heroica se ha producido apenas un mes después de que el Ministerio de Ferrocarriles del Gobierno de la India lanzara una campaña de sensibilización para concienciar a la ciudadanía sobre la prevención y protección de casos de menores víctimas de trata con fines de explotación sexual que son transportadas por ferrocarril y explotadas en todo el país.
La OIT calcula que más de 3.8 millones de personas en el mundo son víctimas de explotación sexual y una de cada cuatro son menores. Las víctimas están ahí, su libertad depende de que las reconozcamos y actuemos.
Y tú, ¿hacia qué lado mirarás cuando cojas el siguiente tren o avión, o en el hotel en el que te alojes estas vacaciones?
