Muzoon Almellehan tuvo que huir de su país, Siria, a los 14 años cuando, por culpa de la guerra, su familia y miles de personas más dejaron de tener acceso a sus necesidades básicas, perdiendo cualquier esperanza de futuro. Su única esperanza fue trasladarse a un campo de refugiados en Jordania.
Para Muzoon, su mayor preocupación era poder seguir su educación, por eso lo único que llevó consigo al campo de refugiados fue una maleta con algunos de sus libros: “Estos libros son mi futuro”, tal y como explica en un vídeo de TED Talks. Desde el momento en que descubrió que en el campo había una escuela su vida cambió. Los tres años que pasó en el campo de refugiados se dedicó a defender y luchar por el acceso de los niños a la educación y, particularmente, el de las niñas. Ella, como refugiada, sabe muy bien que una de las consecuencias, a la que muchas niñas se ven obligadas para poder subsistir, es contraer matrimonio tempranamente, viendo cómo sus posibilidades de continuar los estudios en el futuro se reducen hasta quedar casi anuladas.
A sus 17 años se pudo trasladar a Newcastle, Reino Unido, donde siguió sus estudios, y mantiene el sueño vivo de que todas las niñas y niños tengan acceso a la educación, y el compromiso de hacer todo lo que pueda para ayudarles.
Muzoon se convirtió en la Embajadora de Buena Voluntad más joven de UNICEF en 2017. En la cumbre de los G-20 reivindicó ante los principales líderes mundiales, demandando incluso a la propia Angela Merkel, que protegieran el porvenir de la infancia que vive en situación de emergencia y que invirtieran en su educación, firmemente convencida del poder de la educación para cambiar el mundo. Con sólo 20 años, a esta joven se la compara con Malala Yousaftzai, premio Nobel de la Paz de 2014, por su activismo en pro del derecho a la educación de las niñas. Muzoon, consciente de que todavía queda mucho por hacer, defiende que hay que garantizar la educación y el conocimiento para que las personas consigan una estabilidad y unas habilidades para su futuro, argumentando que, cuando se dan oportunidades a las personas refugiadas, se puede contribuir a que tengan herramientas para volver a sus países y reconstruirlos. Tal y como cuenta en su presentación para TED Talks, “Nuestra educación nos hace más fuertes”, “Cuando se nos ayuda y se nos ama, también nosotros podemos ayudar”.
Muzoon, además de un referente en el que inspirarse para muchas niñas y chicas, es una mujer que sueña en una educación para todas las niñas y niños refugiados, en quienes ve el principal motor para la paz: “No ganamos cuando nos odiamos sino cuando nos amamos y cuando levantamos nuestras voces de esperanza por aquellas personas que no la tienen”.
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