Mané Fernández es un hombre trans que lleva muchos años de activista, trabajando por la consecución de derechos para este colectivo y que ha participado en la elaboración del proyecto de ley de igualdad LGTB. .
Mané, ¿consideras que la actual ley de igualdad LGTB recoge todas las reivindicaciones del colectivo trans?
El proyecto de ley está elaborado por más de 40 entidades que conforman la FELGTB junto con agrupaciones de la sociedad civil y desde nuestra perspectiva sí que recoge todo lo que tiene que ver con los derechos trans que en este momento no existen. También recoge aspectos del ámbito educativo, laboral, instituciones penitenciarias, ejército y salud, que es la parte más amplia. La ley integral estatal pone de forma homogénea los derechos no conseguidos hasta ahora por la realidad trans y supondría que no exista discriminación territorial. Recoge también el vacío que existe con respecto a la homogeneidad de derechos a nivel estatal.
En lo que se refiere al colectivo trans, ¿cuáles son las medidas que recoge la ley que más destacarías?
En la cabecera de las reivindicaciones está la despatologización de la transexualidad, la no necesidad de un diagnóstico disforia de género para poder optar a las prestaciones sanitarias o para poder optar a un cambio registral. La otra medida es el derecho a la autodeterminación, que no se necesite un certificado de un médico o psicólogo clínico colegiado que diga quién soy yo..
El 2018 ha sido elegido por la FELGTBI como el “año por la liberación trans”. ¿Qué acciones tenéis previstas realizar?
Es un trabajo transversal, todos los días que tengan que ver con algún aspecto del colectivo LGTBI van a tener un perfil trans, como, por ejemplo, ya se hizo el 26 de abril, Día de la visibilidad Lésbica, se habló de las políticas lésbicas desde una perspectiva trans, no binarista, tratando de reivindicar lo que recoge la ley presentada. Otro ejemplo es el 20 de junio que es el “Día del refugiado”, se habla de inmigrantes trans, de lo que está pasando en otros países con las personas trans que solicitan asilo y se reivindican los derechos.
¿Cómo podríamos colaborar desde la ciudadanía para erradicar la discriminación que sufre el colectivo trans?
Claramente, con formación, no sólo reglada sino social. La realidad trans sigue siendo la gran desconocida, en ocasiones se reduce a hablar de personas transexuales cuando su realidad es mucho más amplia. Es importante que se dé a conocer desde que somos pequeños. Es una cuestión de voluntad social, de querer entender y querer respetar, de ser inclusivos desde los diferentes movimientos sociales.
Desde el ámbito educativo, ¿qué medidas se pueden llevar a cabo para la eliminación de la transfobia?
Es fundamental que se trabaje desde este ámbito y es uno de los pilares fuertes que tiene la ley de igualdad LGTB que se encuentra en trámite parlamentario en este momento. Estamos educando al futuro de nuestro país y debe de conocer la realidad trans, desde la edades más tempranas a los más mayores. Porque los menores trans están en las aulas, y tenemos que darles las herramientas para que se puedan hacer visibles y puedan vivir en plena libertad igual que el resto de sus compañeros y en este momento eso no se está dando. Por eso se hace necesario que entremos en la aulas, que entre el colectivo, porque no es lo mismo que te vayan a hablar desde la teoría y que te expliquen lo que es la identidad y la orientación sexual a que vaya una persona y diga “yo soy transexual” o homosexual. Yo hubiera dado lo que hubiera sido porque cuando estaba en el colegio hubiera llegado alguien y hubiera dicho: “yo soy transexual”. No me hubiera sentido raro, ni hubiera pensado que soy el único en el mundo y, a lo mejor, hubiera tenido la libertad para hacer cosas desde muchísimo más pequeño, y le hubiera puesto el nombre a qué es lo que me está pasando. Esto es importantísimo y es lo que buscamos, la visibilidad. Los niños tienen que saber que no están solos, porque el ámbito educativo y las aulas generan mucha soledad a nuestro colectivo, que puede estar sufriendo bullying. Las estadísticas nos muestran que el colectivo LGTBI en las aulas es el más acosado. Por eso se hace necesaria la formación continuada de los educadores. Nuestro colectivo tiene que ser sólo un apoyo externo de lo que se esté haciendo con la diversidad en las aulas, por eso se hace muy necesaria la formación en la diversidad, para que se trabaje durante todo el periodo escolar. La educación es clave, pero además se tienen que conseguir derechos para nuestro colectivo, por eso es tan necesaria la aprobación de esta ley.
Cerramos la entrevista con un gran avance en el camino de la despatologización trans ya que la OMS, recientemente, ha excluido la transexualidad de su lista de trastornos mentales. El colectivo celebra el cambio, aunque critica la definición y que se denomine “incongruencia de género”.
En conclusión, queda trabajo por hacer, pero se va avanzando en las reivindicaciones.
