El estudio de la memoria humana está avanzando a pasos de gigantes. El molusco llamado Aplysia, de nuevo este organismo marino, permite demostrar que la posibilidad de trasplantar memoria de un animal a otro es ya una realidad. Eric Kandel, premio Nobel de Medicina, también demostró, mediante experimentos con la Aplysia, la plasticidad neuronal del cerebro, que implica unos procesos de aprendizaje con impacto sobre la memoria.
Un equipo de investigadores e investigadoras de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA), dirigido por el Dr. David Glanzman, han demostrado, a través de un experimento con la Aplysia californica la posibilidad de transferir recuerdos de un organismo a otro. La Aplysia tiene un sistema nervioso con millones de neuronas que, al asociarse entre ellas, logran adquirir conocimiento; por lo tanto, se les puede entrenar para que desarrollen esa capacidad de aprendizaje.
El estudio, se ha publicado recientemente en la revista eNeuro y lleva por título RNA from Trained Aplysia Can Induce an Epigenetic Engram for Long-Term Sensitization in Untrained Aplysia [El ARN de Aplysia entrenado puede inducir un engrama epigenético para la sensibilización a largo plazo en Aplysia no entrenada]. El análisis se llevó a cabo a través de un proceso de extracción del ácido nucleico, ARN (ácido ribonucleico), de la Aplysia, extraído de su sistema nervioso central, administrando lo que se denomina sensibilización a largo plazo (LTS) que induce sensibilización cuando se inyecta en animales no entrenados.
En experimentos celulares se descubrió que el tratamiento con ARN extraído de animales entrenados aumenta la excitabilidad en neuronas sensoriales, pero no en neuronas motoras, disociadas de animales ingenuos. Por tanto, el ARN de un animal entrenado podría ser capaz de producir un cambio de comportamiento similar al aprendizaje en un animal no entrenado. De esta forma, el comportamiento y un subconjunto de las modificaciones celulares características de una forma de memoria no asociativa a largo plazo (LTM) en la Aplysia, pueden transferirse mediante RNA.
Estos resultados indican que el ARN es suficiente para generar un engrama (sustrato físico de la memoria) para la sensibilización a largo plazo en la Aplysia, confirmándose así la hipótesis de que los cambios epigenéticos inducidos por ARN subyacen al almacenamiento de memoria en la Aplysia.
Teniendo en cuenta que la Aplysia tiene unos procesos neuronales muy parecidos a los humanos, este nuevo avance en el estudio de la memoria podría llegar a resultar muy beneficioso si se demostrara también para las personas y significaría la cura de enfermedades ocasionadas por trastornos de la memoria como, por ejemplo, el alzheimer.
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