Sara Blanch

El hecho de nacer en una familia donde la cultura y la práctica musical han estado siempre presentes despertó mi interés de forma natural desde muy pequeña. El poseer una voz y las ganas de cantar fueron mi motivación para empezar a estudiar canto y aprender cada día más.

En todos los años que lleva cantando, desde sus estudios iniciales a las representaciones en algunos de los teatros y festivales más conocidos de España y a los diversos premios que ha ganado, ¿cómo ha sido su trayectoria en el mundo de la música como mujer?

Ha sido, y es, una trayectoria de mujer luchadora. Una mujer que, también con sus debilidades e inseguridades, se ha encontrado con un mundo difícil y no siempre con el mundo ideal que esperaba. La persistencia, la constancia, la reflexión y mi tozudez me han llevado donde estoy.

¿Cree que se está dando cada vez más visibilidad a mujeres jóvenes como usted en este mundo? ¿Cree que están cambiando las cosas?

Bueno, en el caso de la ópera, creo que la mujer va a estar siempre presente ya que los roles femeninos existen. La visibilidad viene dada como consecuencia del trabajo y, en los casos que no es así, se nota.

¿Qué les diría a las niñas que se están iniciando en el canto o en la música en general?

Que sigan siempre su pasión y que sigan trabajando SIEMPRE, mejorando, en la búsqueda de una buena interpretación. Que no quieran ir más rápido de lo que se puede y que estén dispuestas a luchar cuando haya dificultades. Y que es importante crecer como personas y buscar en nuestro interior. Que rompan estereotipos si lo necesitan y que desarrollen su personalidad.

 

En otras entrevistas ha comentado que si se da a conocer la música clásica entre el público adolescente podemos despertar su interés por ella como lo hacen otros estilos como, por ejemplo, la música pop. ¿Cómo cree que se debe hacer para que les resulte atractiva?

Creo que la misión es empezar desde pequeños, aunque es un poco difícil si a veces el sistema no lo permite. La música es el lenguaje universal. Es un poco difícil acercar a los niños y adolescentes a este lenguaje cuando, cada vez más, reducen esta materia en las escuelas e institutos de nuestro país. A diferencia de la música pop, la música clásica necesita de un conocimiento previo, cuanto más se entiende, más gusta. Y, a veces, hacer este “esfuerzo” no gusta. La ópera es un arte total, completo, donde juegan muchos elementos, y esta densidad puede hacer el camino de iniciación más difícil para un joven. Aunque no siempre es necesario entender, sino escuchar y sentir.

Afortunadamente cada vez hay más proyectos para los jóvenes y muchos teatros importantes como el Teatro de la Zarzuela, el Teatro Real, el Liceu, el Campoamor de Oviedo, etc., hacen funciones para escolares. Yo he tenido la ocasión de representar dos óperas para público escolar y es muy emocionante, porque entran dentro de la historia, lo viven, se dejan llevar… ¡a veces falta solo dar el paso de ir a la ópera y romper esa barrera!

Aunque también respeto a las personas a quienes no guste este género, no hay que forzar a nadie y hay gustos para todo. ¡Pero la buena música siempre emociona!

Secciones: Culturas portada

Si quieres, puedes escribir tu aportación