Global Health Corps (GHC), una organización dirigida por Barbara Bush, ha ganado el premio Skoll este año, por su trabajo en el campo de la salud global para empoderar y formar a los y las jóvenes, construyendo una red de futuros y futuras líderes en salud a través de su programa de liderazgo distintivo. Entre otras premiadas también está Jess Ladd, la creadora de Callisto, la plataforma online que lucha contra el acoso sexual en las universidades ofreciendo a las víctimas nuevas alternativas de denuncia.
El innovador modelo propuesto por GHC se basa en la diversidad para asegurar la inclusión de todas las voces en la lucha por garantizar la equidad global en la salud. Por esto forman equipos de profesionales que integran una persona nacional y una internacional. Su radio de actuación se ha extendido a Estados Unidos, Malawi, Ruanda, Uganda y Zambia. La diversidad entre su alumnado se amplía a EE. UU, Malawi, Ruanda, Burundi, Uganda, Tanzania y Zambia.
Tal y como comentaba Barbara a The Guardian, hay más de 5000 personas interesadas en las 150 becas que ofrecen y el 95% de profesionales que acaban su programa se quedan integrados en el campo de la salud, lo que tiene un enorme impacto potencial. El 83% de los y las jóvenes acaban en puestos de liderazgo y el 85% siguen trabajando en el continente africano.
Un ejemplo de cómo la diversidad ayuda a la mejora es el caso de la propagación de la tuberculosis en los mismos centros de salud de Ruanda. Barbara explica que las personas acudían a los hospitales con un problema y acababan contagiándose de otra enfermedad. Para solucionar este problema, incluyeron en su equipo a arquitectos, que cambiaron la manera en la que el aire fluía dentro del edificio y redujeron así la propagación del virus.
Otro ejemplo de éxito fue el equipo formado por un ingeniero estadounidense y otro de Tanzania. Al unir fuerzas y perspectivas diferentes, consiguieron hacer que los medicamentos llegaran en el sitio y momento que se necesitaban. Este avance supone un paso adelante para intentar frenar las muertes producidas por la malaria. Aunque hoy ya es una enfermedad que se puede curar, anualmente se detectan 200 millones de casos de malaria, el 90% de los cuales en la África subsahariana. Desafortunadamente, muchas de las muertes se deben a que las medicinas no llegan a tiempo.
Barbara considera que mejorar la salud no está únicamente en manos del personal médico. Construir sistemas eficientes requiere líderes de todos los campos. Con este objetivo, su organización crea oportunidades para todos y todas las jóvenes que quieren aportar su granito de arena y buscar soluciones a los problemas de salud.
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