(Wikipedia)

Qué fue antes, el huevo o la gallina? Últimas investigaciones determinan que fueron las bacterias que se desarrollaron en “fuentes hidrotermales bajo los océanos”.

La humanidad siempre ha tenido la inquietud de saber cómo se originó la vida en la Tierra o cuál ha sido la primera forma de vida, por lo que la ciencia ha trabajado mucho para encontrar respuestas y evidencias de ello. Los hallazgos más recientes de un equipo científico de la University College London y el London Centre for Nanotechnology se han publicado en Nature, y la revista Scientific American en español se ha hecho eco también. Según el trabajo de investigación, se han descubierto fósiles –restos de microorganismos- de hace 3770 millones de años en rocas sedimentarias de antiguas fuentes hidrotermales de la franja Nuvvuagituuq en Quebec, Canadá.

Gracias a la tecnología utilizada como la microscopía óptica y espectroscopia Raman, la microscopía electrónica de dispersión de energía y espectrómetros de masas, se ha podido datar el descubrimiento. Concretamente, la espectroscopia Raman, que mide las vibraciones entre los átomos con ayuda de un láser, y la microscopía óptica han encontrado “qué minerales estaban presentes en las rocas”, mientras que con la microscopía electrónica se ha analizado “composiciones químicas de minerales” y con los espectrómetros se ha comprobado “el origen hidrotermal de estas rocas.”

Según el video publicado por University College London (UCL), el descubrimiento de la existencia de vida en la Tierra podría ser clave para determinar si estamos solos o no en el universo. Matthew Dodd, uno de los autores del artículo publicado en Nature y estudiante de doctorado en Ciencias de la Tierra de UCL y del Centro de Nanotecnología de Londres, explica la relevancia de conocer más en profundidad “cómo la materia orgánica y los microfósiles se preservaron en la Tierra para poder aplicar estos conocimientos en los sistemas hidrotermales de planetas como Marte o Europa”, satélite de Júpiter.

Estudios anteriores habían hallado microfósiles en Australia que indicaban un origen de hace 3640 millones de años, pero no fueron concluyentes debido a la falta de elementos biológicos. Este nuevo estudio arroja luz sobre cómo los microfósiles en forma de “tubos y filamentos, hechos de hematita (una forma de óxido de hierro u óxido), podrían haberse creado”. Tal y como se detalla en el artículo, “las estructuras de hematites tienen la misma ramificación característica de las bacterias del hierro que se encuentran cerca de fuentes hidrotermales actuales y obtienen la energía que necesitan para vivir y multiplicarse por oxidación del hierro disuelto”.

Los dos científicos implicados en el descubrimiento ponen énfasis en cómo este hallazgo “ayuda a unir las piezas de la historia de nuestro planeta y la notable vida en ella, y ayudará a identificar rastros de vida en otras partes del universo”, pero también abre nuevas posibilidades científicas: si la vida en la Tierra empezó cuando tanto nuestro planeta como Marte estaban cubiertas de agua, ¿ha habido vida en Marte?, ¿la hay? Si no, ¿qué hace de la Tierra un lugar idóneo para la vida?

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