¿Lo habéis notado? En casa, en la escuela, en la calle, en el trabajo cada vez se habla más de apoyo a las víctimas y son menos quienes las culpabilizan; más medios, personas y colectivos se posicionan y rompen el silencio. Nos interesa menos hablar de la supuesta y nunca probada incitación a la violencia de los cuentos de hadas y más de amor ideal y amistad deseada. El discurso por fin se va centrando en lo que se está revelando eficaz en prevención de la violencia de género y van perdiendo fuerza los argumentos que pretenden desviar la atención hacia aspectos que no influyen en su superación. Ya no se sostienen las charlas sobre igualdad sin una sola referencia bibliográfica y acudimos más a publicaciones científicas como Violence Against Women o Masculinities & Social Change en busca de evidencias y soluciones.
En las relaciones entre personas que conviven nunca se llega a la colaboración mediante el enfrentamiento y la rivalidad, sino cuando aprendemos a dialogar en igualdad. Y ya no discutimos tanto sobre quién friega más o menos platos porque nos vamos dando cuenta de que lo importante es que nos ayudemos, nos cuidemos y nos apoyemos. En las relaciones afectivo-sexuales el consentimiento explícito no resta espontaneidad, sino que suma complicidad. Nos atraen más la nuevas masculinidades alternativas valientes, hombres seguros e igualitarios y menos los violentos que humillan, controlan y desprecian.
Personas diferentes se unen por el mismo sentimiento de estar viviendo una revolución educativa y social que nos está trayendo más igualdad. Este último año y especialmente el último trimestre, ha sido realmente intenso con encuentros en espacios de diálogo y aprendizaje, y en las redes sociales nos podemos encontrar cada día compartiendo lo que vivimos y conocemos.
En el VI Encuentro Internacional de Comunidades de Aprendizaje la prevención de la violencia de género tuvo un lugar destacado y de manera muy contundente en la conferencia de Lídia Puigvert sobre el proyecto Horizon 2020 PROTON, y en las jornadas sobre el mismo tema celebradas en Madrid, pudimos escuchar testimonios realmente emotivos: “llevaba años trabajando el tema de violencia de género en filosofía pero me di cuenta de que antes lo hacía sin base científica. Con las tertulias dialógicas hemos detectado casos de violencia de género entre adolescentes. Tienen tanto que decir… y en estas tertulias pueden hacerlo”.
En distintas comunidades autónomas se organizan seminarios donde se estudian actuaciones educativas de éxito como el modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos. Consecuencia de este trabajo ha sido el III Encuentro contra la violencia de género Trenquem el silenci, comptem amb tu? protagonizado por la diversidad de miembros que forman la comunidad educativa, dando voz especialmente a los y las adolescentes.
El pasado 9 de noviembre tuvo lugar en Barcelona un panel organizado por el Grupo de Mujeres CREA-SAFO abordando la temática del Acoso Sexual de Segundo Orden dentro del marco del XIII Forum contra las Violencias de Género. Otros colectivos como la Asociación Hombres en Diálogo, el Grupo de Mujeres Sherezade o el Grupo de Feminismo Dialógico del colectivo pedagógico Adarra trabajan y estudian para la igualdad tomando la obra de Jesús Gómez como referencia fundamental.
“No somos ingenuos por luchar por la utopía ni eso hace que no conozcamos la gravedad”. Freire (1997)
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