Las personas transgénero podrán alistarse en el ejército de los EE.UU a pesar de los intentos por parte del gobierno de Trump por evitarlo. Tras solicitar la suspensión de diversos jueces de instancias menores a la Corte Federal de Apelaciones, han sido cuatro los jueces federales, de Baltimore, Washington, D.C, Seattle y Riverside, California, quienes han fallado en contra del bloqueo alegando que esta prohibición violaría el derecho constitucional que garantiza a todas las personas, sin distinción, el mismo trato bajo la ley.
Es una respuesta rotunda a las supuestas dificultades y falta de preparación por parte del ejército que según la administración Trump, se tendrían para solicitar los estándares médicos necesarios en el proceso de ingreso de las y los militares trans. Concretamente, la jueza del distrito Colleen Kollar-Kotelly, en Washington, lo desestimó argumentando que el ejército ya estaba preparado para aceptar personas transgénero en sus tropas desde la época de su predecesor, Barack Obama, cuyo gobierno apoyó ésta y otras iniciativas y que, además, no existen evidencias de tales preocupaciones por parte del ejército y para ello citó un estudio realizado por militares en el que se desmiente que haya preocupaciones sobre la gestión de la atención médica o la cohesión entre sus miembros. Así pues, el Pentágono elaboró, el 8 de diciembre, una serie de directrices para que el personal encargado de los reclutamientos conozca cuáles son las pautas para identificar el sexo de los solicitantes de ingreso e, incluso, la ropa interior que se les asignaría.
Esta vez, la Administración no continuará apelando la decisión judicial, pero no es el primer intento que Trump lleva a cabo para recortar derechos, en este caso, a las personas transgénero. Algunos ejemplos son el intento de excluir a este colectivo de la Ley Federal de protección de las y los trabajadores frente a la discriminación de género o la reciente supresión de la Guía elaborada por el gobierno de Obama en la que se aconseja a las escuelas que permitan el libre uso de los baños, por parte de las personas trans, en función del género con el que se sientan identificados.
