El pasado 5 de octubre, The New York Times rompió el silencio de varias décadas de abusos sexuales en Hollywood. Des de la publicación del artículo “Decades of Sexual Harassment Acussations Against Harvey Weinstein” han sido muchas las mujeres que se han atrevido a hacer público que el productor y magnate de cine Harvey Weinstein también había abusado de ellas. Hay numerosos nombres conocidos entre las mujeres denunciantes (Ashley Judd, Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow, entre otras); una de las últimas en hacerlo ha sido la actriz mexicana Salma Hayek, que el 13 de diciembre publicó su testimonio.
La columna de Hayek no solo explica los actos por los que acusa a Weinstein, sino que explica también porqué no se atrevió a hacerlo en su momento y porqué no se sumó en seguida a las denuncias colectivas del mes pasado: “eludí la responsabilidad de pronunciarme en público al respecto con la excusa de que ya había suficiente gente involucrada en poner los reflectores sobre ese monstruo personal”. El relato de Hayek ejemplifica y explica el caso de tantas mujeres que optan por callar cuando están siendo víctimas, que se sienten inmovilizadas por la situación, que prefieren perdonar o autoengañarse, miran al frente y continúan con sus vidas hasta que −¡por fin!− la sociedad es capaz de proteger sus testimonios, ya sea con campañas como #MeToo, ya sea por el respaldo que han ofrecido muchas personalidades y gente anónima.
Hayek también detalla la creación y las sombras de la producción de Frida (2002) y concluye preguntándose por qué tantas artistas tienen que luchar e incluso someterse para poder contar sus historias si tienen tanto que ofrecer. Llegado dicho momento Hayek también aprovecha para recordar que su sociedad “votó por un presidente que fue acusado de acoso y abuso sexual por más de una decena de mujeres y a quien hemos escuchado decir que un hombre en el poder puede hacer prácticamente lo que quiera con las mujeres”.
Antonio Banderas, amigo de Hayek, la apoyó en Twitter el 14 de diciembre: “Estoy impactado y triste ante los terribles hechos que ha hecho públicos mi querida amiga Salma Hayek sobre el productor Harvey #Weinstein. Su integridad, su honestidad como mujer y como profesional me hacen dar absoluto crédito a sus palabras.” Muchas mujeres aplaudimos este gesto del actor hacia su compañera y creemos que debe ser reconocido como ejemplo a seguir por tantos otros.
El tweet de apoyo ha levantado algo de polémica, principalmente, porque todavía no son muchos los hombres que se atrevan a dar apoyo público en casos como éste. Para Banderas, 245 caracteres no suponen ningún esfuerzo, menos aún si se trata de reflejar con honestidad y sin tapujos aquello que resulta obvio. Pero, sin ir más lejos: de las respuestas de gente anónima que ha recibido el tweet del actor malagueño hasta la fecha, un 47% apoya explícitamente a Hayek por contar su testimonio y a Banderas por publicar su apoyo. No obstante, las mujeres representan el 84% de este apoyo, frente al 12% de los hombres y el 4% anónimo, según los cálculos realizados.
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