Alice Guy nació en Francia en 1873 y llegó a producir y dirigir más de mil películas de entre uno y treinta minutos, convirtiéndose así en la primera mujer cineasta de la historia.
Fue en 1896 cuando Alice Guy se convirtió en la primera mujer cineasta y la primera persona en la historia del cine en dirigir una película narrativa de ficción con La Fée Aux Choux (El hada de los repollos, 1896).
Además, fue la primera cineasta en usar técnicas de efectos visuales como la exposición, la cámara lenta y la cámara rápida o las cámaras hacia atrás. Y también fue la primera en incorporar el color al cine mediante el coloreado de la película (Pierrette’s Escapades, 1900) y en incluir sonido en el cine con la combinación de la filmación y la reproducción de grabación, mediante el fonógrafo. Fue la primera en incorporar lo que hoy llamamos lenguaje cinematográfico, como el uso de planos, el montaje, la iluminación, etc.
Asimismo, en sus películas tenían presencia por igual tanto hombres como mujeres incluso en los papeles protagonistas, y trataba temas políticos y sociales, entre ellos, la presencia de la mujer en la industria del cine o el papel de la mujer en la sociedad de la época, como en su película Les résultats du féminisme (Los resultados del feminismo, 1906), una comedia en la que hombres y mujeres se intercambiaban los papeles en las tareas del hogar, por ejemplo.
En 1910 la cineasta francesa fundó una productora cinematográfica, la Solax, y construyó sus propios estudios de filmación. Pero después de divorciarse del que era su marido, Herbert Blaché, se marcha a Francia dejando el cine de lado. Años más tarde, decide volver a Estados Unidos a recuperar sus películas, pero descubre que han sido atribuidas al que era su marido, a su operador de cámara, o simplemente se habían declarado anónimas.
Aunque fue muy valorada y respetada por sus compañeros de industria, que le concedieran la Legión de Honor de Francia en 1953, y fue homenajeada por la Cinemateca Francesa en 1957, Alice Guy ha sido una de las muchas mujeres invisibilizadas de la historia. Preocupada por la ausencia de su nombre en la industria cinematográfica, en los años cuarenta escribió sus memorias, con una lista de sus películas, que no se llegaron a publicar en inglés hasta 1986 (The memoirs of Alice Guy Blaché), traducidas por su hija y su nuera.
