UK Feminista es una coordinadora de asociaciones y movimientos feministas del Reino Unido, que tiene como objetivo la formación y el trabajo en red entre las mujeres de los distintos colectivos que lo forman, así como desarrollar campañas que potencien la concienciación social sobre sexismo y violencia de género.
A finales del mes pasado, el colectivo Object, uno de los integrantes de UK Feminista, inició la campaña “Lose the Lads ‘Mags “ para evitar que los minoristas vendan revistas que contienen contenidos publicitarios que potencian el sexismo y la violencia de género. Anuncios que, según el colectivo, sexualizan los cuerpos de las mujeres, tratándolas de objetos sexuales.
El colectivo señala la necesidad de retirar estas publicaciones pornográficas ya que consideran que crean un contexto propicio para fomentar la violencia contra las mujeres, como también lo señala el Ministerio del Interior británico.
El primer movimiento de esta campaña, fue una carta abierta, ahora firmada por 18 abogados, que advertía de la posibilidad de emprender medidas legales contra las revistas que difundan ese tipo de contenidos. En la misma dirección, los abogados señalaron que cualquier tienda es, por definición, también un lugar de trabajo, y que exhibir estas publicaciones en lugares de trabajo y/o requerir personal para utilizarlas en el curso de sus trabajos, puede equivaler a la discriminación sexual y el acoso sexual que especifica la Ley de Igualdad 2010.
Un estudio realizado en 2011 por la Universidad Middlesex ya señalaba que en muchas ocasiones no hay diferencia entre los comentarios de algunos acosadores sobre las mujeres y los comentarios que se hacen en estas publicaciones. Para frenar esta problemática, el grupo de feministas señaló a principios de este mes al minorista más grande del país, Tesco. En solo una semana, miles de personas enviaron por las redes sociales de la compañía mensajes reclamando compromiso y responsabilidad social para cambiar.
Toda esta campaña, aunque está logrando grandes avances sociales, conlleva también, y cada vez más, represalias para el grupo de feministas, no solo por parte de las grandes empresas sino también por parte de sectores sociales que consumen estas publicaciones. Las activistas reciben mensajes a través de las redes sociales atacándolas.
Aún así, tienen claro que han abierto una brecha social muy importante con esta campaña y que esto solo puede ser el principio de una importante lucha contra la discriminación sexual de las mujeres y el rechazo a el consumo de los contenidos pornográficos.
Coordinadora del Metoo University